Pirotecnia de Tehuacán: entre la ley, la tradición y el cuidado común.

“La ley nos marca el camino, la tradición nos recuerda quiénes somos. En Tehuacán no se trata de elegir entre uno u otro, sino de construir juntos un acuerdo que respete la norma y dignifique nuestra cultura. Solo así la diferencia se convierte en unión.”

El debate sobre la pirotecnia no es solo jurídico o cultural: también toca el medio ambiente y el bienestar animal.
La contaminación del aire y los residuos afectan la salud de todos.
El ruido provoca estrés en bebés, adultos mayores y animales domésticos.
Las especies silvestres también sufren desorientación y daños en sus hábitats.

Por eso, más que prohibir o permitir sin matices, vale la pena pensar en alternativas y usos responsables que preserven la celebración sin dañar:

• Pirotecnia controlada y silenciosa, con horarios limitados y espacios designados, reduciendo el impacto en personas y animales.
• Materiales menos contaminantes, que disminuyan residuos y emisiones.
• Eventos con luces frías, drones o mapping, que complementen la tradición con innovación sustentable.
• Celebraciones culturales con música, danza y ferias artesanales, que fortalezcan identidad y economía local.

La pregunta queda abierta: ¿cómo podemos en Tehuacán construir un modelo que celebre nuestras tradiciones, respete la ley y cuide al mismo tiempo la salud, el ambiente y a los animales, integrando un uso responsable de la pirotecnia?